“Sin independencia moral e intelectual, no hay ningún anclaje para la independencia nacional”-David Ben-Gurión)
Vicente Esqueda | Invitado especial
En febrero de este año, fue publicada la convocatoria emitida por la Cámara de Diputados Federal para elegir a 4 integrantes del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) que durarán en su encargo 9 años, y que sustituirán a quienes terminaban su encargo el pasado 3 de abril.
Debido a la situación en el país por la pandemia, el proceso fue suspendido en marzo y recientemente se reactivó, habiendo sido enviadas cuatro listas con cinco personas cada una, dos de hombres y dos de mujeres; que fueron integradas por el Comité Técnico de Evaluación, con acuerdo de la mayoría.
El único miembro del comité que se pronunció en contra de las quintetas con voto disidente fue John Ackerman, esposo de la Secretaria de la Función Pública Federal; lo que generó que diputados radicales del PT y de MORENA, exigieran que se repusiera el procedimiento, siendo incluso llamados por Porfirio Muñoz Ledo como golpistas.
Con ese antecedente, y a pesar de las pugnas al interior de MORENA, el día de ayer, todos los partidos políticos que participan en la Cámara, avalaron el proceso completo y las quintetas, poniéndose de acuerdo en cuatro nombres, Norma Irene de la Cruz Magaña, Carla Astrid Humphrey Jordán, José Martín Fernando Faz Mora y Uuc Kib Espadas Ancona, quien por cierto, en su curriculum nunca dijo que fue diputado federal por el PRD (2000-2003).
El INE es una institución que fue objeto de críticas por parte de López Obrador desde que era oposición; y ahora que es presidente, los ataques por diversos motivos se hicieron más frecuentes; sin embargo, el mensaje que se obtiene por las molestias de los diputados de MORENA y de Ackerman, hacen pensar que se trata de perfiles que no serán considerados Consejeros “a modo”.
Lo importante es tener un Consejo General del INE, integrado por personas con capacidad, y que además, tengan la valentía de tomar decisiones apegadas siempre a los principios rectores de la Institución como son: Certeza, Legalidad, Independencia, Imparcialidad, Máxima Publicidad y Objetividad.
La relevancia de la integración de éste órgano electoral radica entre otras cosas, en que se trata de la máxima autoridad electoral del país, responsable también de emitir la credencial para votar, que sirve para votar en procesos estatales, y como documento de identificación oficial.
Una autoridad imparcial en un país como el nuestro, con los antecedentes de fraudes electorales de las épocas del PRI, es y será un baluarte de la democracia; pronto veremos si la decisión de los diputados fue la acertada, pero por el bien de México, que así sea.