“No basta con saber, también hay que aplicar. No basta con querer, también hay que actuar”. Goethe.
Vicente Esqueda Méndez | Invitado Especial
El pasado martes, en el marco de la Asamblea General de la ONU en su 75º período de sesiones; el presidente de México dio un mensaje a través de un video, debido a la pandemia de COVID-19; en el cual, se dedicó a elogiar lo que su gobierno ha hecho desde que asumió el cargo.
Comenzó dando una clase de historia de México, bajo la perspectiva de las transformaciones que ha vivido el país, resaltando su empeño en llevar a cabo lo que denomina la “Cuarta Transformación”; mencionando la defensa de soberanía como algo relevante, perdiendo de vista que hablaba en un contexto de política internacional.
Al querer destacar el papel de Benito Juárez, mencionó a Benito Mussolini, fascista italiano, colaborador de Hitler y que murió fusilado, algo que seguramente no agradó, a cualquiera de los que lo escuchó, considerando el número de personas que fueron asesinadas durante su gobierno.
Habló una vez más del tema de la corrupción señalando que ya no se permitía, mencionó la rifa del avión que todos sabemos ha sido un completo engaño; así como la supuesta eliminación del Estado Mayor Presidencial, lujos y excesos; cuando está a la vista y ha sido documentado con imágenes, que se siguen empleando escoltas, camionetas, aviones y helicópteros.
Como lo ha hecho en otras ocasiones, dijo en relación a la crisis médica y económica, que ya íbamos saliendo; algo que los datos indican que no es cierto, y que los mexicanos constatamos diariamente.
Así, un mensaje que debió concebirse y grabarse en función de un auditorio mundial, que debió abordar temas de trascendencia y de interés multilateral como la migración, el cambio climático, o de seguridad ahora que México forma parte de dicho consejo; tuvo como base presumir acciones, como si fuera un mensaje de campaña para mexicanos.
La actual política exterior de éste gobierno es contradictoria, ya que, por un lado, Relaciones Exteriores ha dicho que se busca el liderazgo en América latina, el diálogo y la cooperación internacional; y por otro lado, México se abstuvo de pronunciarse sobre Venezuela alegando la tradición de no intervencionismo, o las amenazas de Trump de imponer aranceles sino se actuaba en el tema de migrantes centroamericanos.
Seguro que los mexicanos que lo escucharon tampoco quedaron satisfechos, porque desde que estuvo en campaña y ahora que gobierna, el eje de sus discursos es lo que va acabar, la corrupción, los lujos, pero lo que también ha dicho y ha hecho, es acabar con lo que iba a ser un nuevo aeropuerto, la reforma educativa y de energía, el seguro popular, la independencia entre poderes, la libertad de expresión y tantas otras.
Si este presidente de verdad quiere pasar a la historia, debería replantear su discurso y sus acciones, y comenzar a construir no solo con fe; sino con lo que México necesita, paz y responsabilidad para que su gobierno sea para todos, y no solo para sus aplaudidores.
